jueves, 9 de octubre de 2008

Día 50


Dentro de cincuenta días seré desalojado del apartamento donde vivo junto a mi familia.

Lo que parece un sencillo episodio de la vida de cualquier personaje de ficción es ahora mi propia vida. Y la pretendo compartir contigo como vía para aliviar la tensión que ese hecho me produce.

Resido aquí, en un sencillo apartamento de San Martín, en Caracas, donde lo mejor es la vista hacia la montaña, el Ávila o wuariarepano, desde hace más de once años, casi doce. No es mi apartamento. Es alquilado. Por lo que después de una inesperada demanda e intrigas con las que no quiero contaminarte, finalmente me extendieron un plazo para mudarme.

Este plazo acaba el 30 de noviembre.

Mudarme no es el problema. Que esté aquí o en otro sitio digno es algo que puedo asimilar. No estoy arraigado a cuatro paredes de un piso décimo octavo.

El problema radica en que no tengo opciones. A escasos cincuenta días se agotaron y estoy en el umbral de todas las angustias.

Racionalmente sé que habrá una respuesta. La vida siempre tiene alguna. Pero cuando uno vive el día y se le escapa, tiende a encontrar que las sombras han avanzado y el aire se le ha reducido. Uno ve como el tiempo, inflexible, avanza hacia el límite.

Si te hago partícipe de esto, que es mi problema, lo hago porque estoy seguro que puedes prestarme ideas, palabras, sugerencias o silencios. Al fin y al cabo, sé que no es algo que tenga que preocuparte.

Pero si quieres ocuparte puedes decirme algo.

3 comentarios:

Milagro Haack dijo...

Mis saludos José Gregorio

Ayer por cierto estaba leyendo pasajes de la filosofía Zen. Algo que hago porque la simbología me atrapa y mucho como las historias que encajan en un instante. Quizás sea bueno mudarte, como quizás sea bueno vender la casa que habito desde hace muchos tiempo, quizás los cambios son cíclicos y asumirlo con ese despego es fuerte inclinación de la genialidad del ser humano. La casa -ella- pareciera desear quedarse conmigo, es una fantasía quizás, pero los objetos tienen vida propia según la energía del que le pasa la mano dándole ese valor partiendo de la existencia de si misma y los complementos con lo cual se alimenta, y por qué no, la palabra es aliento, es una espada y ella se queda con cada vivencia. Por eso, quizás estos 50 días sean de retomas, porque quizás no sea el espacio sino lo dejado por once o doce años en él, como dice el axioma "nada se crea, nada se destruye y todo se transforma".


Un gran abrazo
Siempre
Milagro Haack

Unknown dijo...

José Gregorio, creo que eso no puede ser. Tú, como inquilino, incluso tienes la opción de compra, y sin cuota incial, según disposición del Presidente.Quisiera que hablaras eso en la Alcaldía o nos dieras el nombre del dueño a ver si podemos influir en él. Por eso es que yo tanto he hablado de hacer un fondo de previsión social para el escritor, que de todos los artistas siempre es el de menos recursos.Quisiera poder ayudarte.

cris dijo...

No estoy entendiendo mucho. Entre por la invitacion tuya de Facebook. Lei el problema con tus familiares y ahora entre en el Dia 50.Por las fechas es antiguo. Supongo que estas repitiendo una experiencia.
Bueno si decis que no es problema mudarte y no queres soluciones racionales que son las primeras que se me ocurren porque soy bastante racional, es que es un tema metafisico.
El problema es el tiempo, el tiempo es una energia, la primera, la mas terrible,Kali, la que nos dice que somos finitos.
No se puede pelear con ella hay que amigarse. Pensa que cortos sonlos tiempos intensos, que largos los aburridos. Quiero decir que el tiempo es relativo.
Disfrutala a la casa digo, mira la vista Que bonita es!!! Que ricos desayunos y almuerzos mirando las montañas.
Y lo negativo que tiene, vivilo tambien: piso 18 decis? Subi por la escalera.
Vivila,50 dias.
Y cuando estes fuera de ella, mira mucho,senti afuera. Siempre hay algo mejor.
Suerte Besitos