martes, 5 de agosto de 2008

COMO DECÍAMOS HACE POCO



Es fácil culpar a las máquinas de nuestros errores humanos. Ellas son, muchas veces, errores nuestros hechos construcción material. Pero los errores son siempre de nosotros, los retrasos son nuestros, las consecuencias nos pertenecen. Para gloria o infortunio. Espero que para lo primero más que para lo segundo.

Todo este preludio triste para evitar echarle la culpa de la desaparición momentánea de la renovación de los textos de este blog a la computadora.

Un error humano la enlenteció, tomando vacaciones. No obstante, sus hermanas en infortunio pudieron tomar su lugar. Pero el autor prefirió enmudecer durante un tiempo.

Así que ahora regreso. No con nuevos bríos, sino con los mismos desánimos y esfuerzos a tratar de transmitirles mis vivencias. Que serán, oportunamente las suyas.

En este paquete de buenas intenciones y posibilidades por realizar o para RealizArte va un texto inédito sobre la comunicación balanceada, casi una dieta para el alma y un capítulo de mi agotado libro Rupturas Felices, sobre el perdón y la liberación personal.

AGRADECIMIENTO
A todos los fotógrafos ilustres que colaboran en este espacio. Algunos conocidos otros por conocer o simplemente anónimos. Algunos autores de famosas tomas. Otros de momentos irrepetibles, como una palabra gráfica dicha a tiempo. Todos en blanco y negro. Vaya mi agradecimiento eterno por su colaboración.

Las fotos en color son de mi autoría.

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