lunes, 5 de mayo de 2008

El camino de la vida y sus señales


José Gregorio Bello Porras

Una de las imágenes más comunes, por su gran poder evocador, es el de la comparación de la vida humana con un camino. Transcurrimos en un tiempo y recorremos un espacio yendo hacia un punto. Un inicio y un fin parecen marcar ese deambular por la vida. Con mayor o menor velocidad nos movemos por la vía. En ocasiones parece que nos detenemos y hasta extraviamos el rumbo.

La imagen del camino ha sido válida desde la antigüedad. Incluso algunas escuelas de sabiduría denominan su propósito con ese nombre, como el camino.

Los poetas, como intérpretes del alma humana, han recogido la imagen para indicarnos el sentido de nuestra existencia en ese tránsito por el mundo. Uno de los versos más conocidos de Antonio Machado nos denomina caminantes y nos indica que el camino se hace al andar. En esa frase inspirada refiere que día a día construimos la existencia y colaboramos con nuestro esfuerzo en hacer de nuestro mundo lo que es, grande o pequeño, feliz o amargo.

La imagen del camino es válida para ensayar nuestra construcción personal, para intentar una observación de lo que nos enseña la vida en cada una de las vueltas de la tierra.

El camino además, está plantado de señales. Y aunque sea un camino en la arena del desierto o un camino que inauguramos a cada momento, es el mismo camino el que nos indica la dirección que podemos tomar, el que nos enseña el rumbo. Porque ese camino de la vida es un camino particular, una vía que nuestra interioridad construye.

Las señales en el camino nos indican la dirección, nos advierten los peligros, nos facilitan la labor del avance. Las señales del camino nos hablan de un recorrido donde lo más importante es el recorrido mismo, más que el punto de llegada. Porque tal vez no hay un punto final. el camino siempre sigue mientras existamos.

Vamos a intentar juntos la tarea de descifrar las señales que encontramos en el camino. Las señales que nos indican cómo vamos, hacia dónde nos dirigimos, cómo podemos aprovechar mejor el viaje de nuestra existencia.

Toda experiencia es aprovechable

La experiencia es la más copiosa fuente de mensajes para la vida. Es la apropiación del conocimiento. Es el saber que producimos a través de nuestros actos, palabras, reflexiones y sentimientos. Es una síntesis útil para la vida.

Generalmente la experiencia se nos da, una vez que ha pasado la oportunidad de ejercer las acciones que ella misma nos recomienda. La experiencia es un banco de información que luce como aplicable únicamente al futuro. Sin embargo, la experiencia es valiosa por lo que de ella podemos aplicar en este ahora y en cualquier momento. Pero siendo un aprendizaje inmediato, subjetivo y a veces tan sutil, no siempre nos es de una utilidad inmediata. Porque no sabemos lo que poseemos en ese archivo, en ese caudal de recursos, en esa cuenta a nuestro favor.

Tal vez por ello se dice a menudo que la experiencia se obtiene cuando ya no se necesita. Pero esta es una visión muy limitada de los alcances de la experiencia humana. La experiencia siempre será útil para algo. Si queremos que sea útil.

la experiencia es algo más que el recuerdo de algo que nos paso. Es toda una serie de hechos vivos, sensaciones, sentimientos y alternativas de acción. Podemos disparar el uso de la experiencia o dejar que forme parte de una historia intrascendente.

La verdadera experiencia se prueba en el momento que debemos utilizarla como recurso para resolver algo en este ahora.

La experiencia se recicla continuamente con nuevos datos, con aportes novedosos de todas nuestras vías, de nuestros sentidos, de nuestro pensamiento, de nuestro sentir y actuar. Cada vez que aplicamos la enseñanza de la experiencia a nuevos eventos de nuestra vida, fortalecemos, reciclamos nuestra experiencia.

La experiencia te ayuda a distinguir las señales que debes seguir en cada momento de tu vida.

Señales claras, señales oscuras, señales confusas

Las señales que recibes para actuar, para conducirte en la vida no siempre son claras y distintas. Pocas veces son apariciones de seres maravillosos que te dictan la forma de alcanzar el éxito y la fortuna y evitar las desgracias.

Las señales son eso exactamente, señales. Tienen su código, poseen su lenguaje, muchas veces oculto a la lógica usual que utilizas en tu vida diaria. Si esperas mensajes absolutamente claros y traducidos en tu lenguaje cotidiano, dejarás pasar muchas de las señales que pueden iluminar tu vida. Así que tendrás que aprender a descifrar lo que la vida te quiere decir a cada instante.

Las señales sin embargo pueden ser claras. Alguien con experiencia te dice, por ejemplo, que si intentas hacer algo de determinada manera, probablemente, te encontrarás con una situación determinada. Es un mensaje claro, pero de ti dependerá hacerle caso o desestimarlo.

La confusión de los mensajes está en la duda que posees acerca de su validez, más que en su significado. Dudas si aplicar o no lo que te quiere decir.

Existen señales claras e insistentes que te dicen que no debes continuar por determinado camino. Aparecen una y otra vez dificultades y tropiezos. Puedes pretender superar todo tropiezo o aceptar como una señal la dificultad por la que atraviesas. En ese momento debes dejar que hable tu ser interior.

Hay también señales que no son tan claras. En ocasiones, tienes sensaciones que no sabes definir, malestares de los que no conoces su procedencia. Son señales confusas que te toca no sólo interpretar, sino definir su naturaleza.

En ocasiones las señales son sólo referencias vagas. Sabes que son señales pero su contenido está expresado en un lenguaje que puede ser difícil de interpretar. Puede ser el lenguaje de los sueños.

En un sueño pueden aparecer referencias a los actos, a las decisiones que debes tomar. Sin embargo, el lenguaje del sueño es desconocido para la parte de tu ser que permanece en aparente vigilia y trata de ser razonable en sus decisiones. Entonces para identificar la señal debes penetrar en el lenguaje real de los sueños, un lenguaje que se aprende por la práctica constante.

Las señales son de variado tipo. A tu mente se pueden aparecer como claras, oscuras o confusas. Siempre deberás hacer una escogencia para transformarla en algo útil y decidir una acción a través de su interpretación.

Señales de avance, señales de rectificación

Dentro de la clasificación funcional de las señales que aparecen en tu vida, te encontrarás con cierta categoría de señales que una vez descifradas te indican una acción determinada.

Existen señales para el avance en lo que intentas. Cuando el camino luce despejado, por ejemplo, es el momento de avanzar con rapidez. Cuando te sientes con energía suficiente para emprender una obra, es el momento para acometerla con fuerza.

Las señales de avance se reconocen porque te facilitan el ir en una dirección, si todo lo que has hecho para ello está dentro de lo correcto. Las señales de avance también te permiten evaluar los progresos que has alcanzado y tomarlos como impulso a nuevos progresos. Las señales de avance abren las puertas a lo que deseas hacer.

En ocasiones cuando pensamos que todo está resultando demasiado fácil nos aterrorizamos. Pero el que las cosas vayan bien sólo significa eso. Que van bien. Nunca desprecies lo que te da la Providencia. Nunca desprecies lo que tú mismo has facilitado. A veces todo resulta fácil porque debe ser fácil.

Otro tipo de señales, casi el opuesto a la anterior, es la señal de rectificación. Las cosas comienzan a fallar. Los impedimentos se cruzan en tu camino. Y sobrevienen pequeños o grandes fracasos. Son señales. Tómalos como lo que son, señales para la rectificación. Se te está dando una nueva oportunidad de hacer mejor lo que debes hacer. Se te da la oportunidad de reconstruir.

Nunca es demasiado tarde para comenzar algo. Nunca es innecesario reemprender una obra, rectificando sus cimientos. Las señales de rectificación son una oportunidad para que el triunfo sea tuyo.

Del Libro Señales en Tu vida, Ed. Panapo, Caracas, 1997

2 comentarios:

libardo andres lopez dijo...

que significa ver 3 ambulancias seguidas es una señal o que sera

José Gregorio Bello Porras dijo...

El poder de las señales está en lo que evocan en ti. Pregúntate qué significan las ambulancias para ti. El ver tres ambulancias seguidas puede ser una señal de atención sobre algo que necesita urgentemente tu atención. Pero siempre es necesario que, con mente abierta, veas lo que la señal te está indicando en el momento preciso en que la descubres. La señal, muchas veces, es una rspuesta a tus preguntas e inquietudes en ese momento preciso.