martes, 18 de noviembre de 2008

Día 11


Dentro de un día comienza el final de la cuenta regresiva. A once días, la mente ha elucubrado bastante, nunca suficiente pero sí bastante. Sin embargo, las ideas no se han transformado en obras definitivas. A estas alturas o en estas hondonadas tengo alternativas de acción. No obstante, no todas las que quisiera.

La creación con el pensamiento es extraña. A veces no tiene nada que ver con el mundo de las realidades cotidianas. En otros momentos se transforma en realidad cotidiana aunque parezca difícil e incluso descabellada.

Muchas ideas que han ocurrido en estos días son experimentos de pura invención. Difícilmente funcionan en el mundo real. Una vez sacadas al aire se desmoronan en mil pedazos. Pero conservan su belleza intrínseca en el mundo de las ideas, en la ficción o en estado fantasmal.

Otros pensamientos van metamorfoseándose en unidades que perviven en el mundo de las cosas. Pero si las observamos bien, aún viven como ideas, como hechos virtuales. Esa es su naturaleza.

Esto que compartimos, estas líneas con alguna foto, esta unidad para consumo del pensamiento y posterior reflexión, acción o sueño, hace un tiempo era inconcebible para mí. Exponer todo este acontecer no era una opción viable. Hoy es una realidad en sí misma. Las ideas persisten en ser de esa materia posible.

La palabra dicha escapa. La palabra escrita se convierte en piedra, en polvo. Y hasta llega a molestar en el zapato o en el ojo. No importa si ajeno o propio, está allí para inquietar, para transformarse en proyecto de acción.

Cuando la idea proviene de acciones se transforma en experiencia contada y tiene el peso de una realización personal. En ocasiones es irrepetible. Pero a menudo se puede replicar, se puede volver a realizar como acción.

A once día del cero, los dilemas entre la acción y el pensamiento no se han resuelto. Van empatados uno a uno, como el once.

Pero llegará el momento en el que arranquen como una nave hacia el espacio, sin distinguirse si son pensamientos realizados o realizaciones bien pensadas. Porque solamente de este proceso creativo puede salir algún resultado que persista en el tiempo.

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