miércoles, 29 de octubre de 2008

Día 31


Generalmente en lo que ocurre a diario lo más importante no son los resultados. A veces nos creemos con las manos vacías de cosas por mostrar, de trofeos que enseñar, de resultados cuantificables. Y olvidamos lo que hemos vivenciado.

Lo más importante de lo que ocurre a diario es el proceso. Cómo van sucediéndose los eventos y cómo nos van enseñando múltiples lecciones. El que no queramos aprender no significa que la lección de vida no se haya dado.

Pero como a menudo nos esforzamos en perder el tiempo, dejamos pasar lo esencial en busca de una consecuencia simple de lo que hemos hecho. Lo verdaderamente prodigioso, importante y digno de ser estudiado es cómo se ha realizado eso que nos lleva a cierta consecuencia.

No importa ni siquiera el signo de la consecuencia lógica. Si es negativa o positiva, igual nos puede enseñar. Lo realmente importante es dejar que esa consecuencia también hable y se refiera a lo que hemos hecho para llegar a ella.

Igual que los hechos, las consecuencias y especialmente los procesos que nos llevan hasta allí son especialmente locuaces en cuanto a enseñanzas. Malo está que seamos sordos a lo que nos dicen o volteemos hacia otra lado para no ver lo que ese acto significa en nuestras vidas.

¿A qué vendrá todo esto? La respuesta no es simple, pero vamos a empezar –y terminar– por lo más sencillo. En este acontecer de búsqueda y desarraigo, por llamar eufemísticamente al problema de mi vivienda, las respuestas no proceden siempre de las sugerencias o los resultados de las sugerencias sino de la forma de relación, de la formulación de la idea, del pensamiento alternativo empleado en ella.

Nunca el tiempo está perdido, aunque veamos como se nos fue el día en unas cuantas palabras escuchadas y dichas en unos cuantos ejercicios sin finalización. Es necesario buscar en el proceso, en la forma de actuar, de responder, de afrontar las cosas la ganancia del día. No en lo que parece quedar, sino en lo que pasa está la respuesta a nuestras interrogantes diarias.


1 comentario:

Milagro Haack dijo...

Mis saludos José Gregorio.

No hay formas sino ideas sueltas de cada mente. Es importante lo vivido, el espacio donde se dejan innumerables hechos vivencias. Cada día, el desapego a todo aquello que nos limita el crecimiento como ser humano, se hace visible. Igual, la energía del pensamiento es un faro con una perspectiva muy audaz, y eso lo sabemos; uno sabe que las razones van de la mano de las mentes con un conocimiento de lo legal, por este caso, también por lo humano, y allí, uno transforma lo que se debe hacer en todo caso en un instante cuando la justicia no voltea la mirada hacia el encuentro armónico. Bien, si miramos hacia el otro punto esos por qué deben haber sido anunciados, y no justificados. Vuelvo a las razones, qué pasa, si en este día 31, todo se vuelve hacia lo que debe ser y no a la imposición de algo. Eso por un lado, por el otro, el bien, el espacio pertenece al otro que si bien no tiene una base porque no la conocemos, entonces la injusticia se vuelve cura. Comenzar – y terminar- un ciclo, la liberación de presiones, siento que lo justo se pierde en este mar de razonamientos que en línea paralela el otro, refleja su sed, mientras tu mente, tu cultura, tus creencias, van dando pasos hacia una solución racional, ética y justa. Pero, cómo lo consigues, cómo, si lo justificado es un plazo quizás hasta vigente. Sin embargo todo ser humano tiene derecho a continuar viviendo en un espacio mientras no tenga otro. Allí enfoco mi atención, por ello, lo legal, la razón te darán sólo más esperas, y no un acuerdo entre seres humanos. Nunca se puede juzgar, pero la acción y la opción de mirar más allá, allí, están las repuestas, uno sólo, ve desde una óptica personal quizás, un poco amplia, pero, al final, las secuelas amigo mío, sólo nos las muestras cada día. La esperanza, el diálogo y nuestro pensar que hoy esto puede estar sucediendo en muchos lugares, a muchas personas, entonces, tu palabra es esa energía que alumbra a los otros: "La energía sigue al pensamiento”. Por otra parte el pesimismo crea entidades equivocadas, resentimientos sea el caso de la otra línea paralela. Bien, por último, siempre pensando en una semilla “Dejad a las almas débiles, desde el miedo por un egoísmo absurdo, que acaricien tales pensamientos.” Carl Sagan.
Un gran abrazo
Siempre
Con mi afecto
Milagro Haack